"Harto ya de estar harto/ya me cansé/desde ahora vais a verme vagabundear/entre el cielo y el mar/vagabundear." Dice en sus inicios una de las canciones más sonadas en el mundo del cantautor español Joan Manuel Serrat.
El ser humano fue en un principio nómada; viajaba constantemente, y pocas eran las circunstacias que lo hacían echar raíces en tierra determinada. Ese espíritu de vagabundo todavía es latente en el ser humano de hoy.
Los jóvenes estudiantes del mundo civilizado atraviesan fronteras para darle rienda suelta a su alma libre.
Los mayores, aquellos que llaman de la tercera edad, les encanta pasearse atravesando fronteras por vagabundear.
Los gitanos son vagabundo por idiosincrasia.
Sólo las obligaciones ineludibles hacen que el espíritu de vagabundeo que vive en el ser humano no se despierte.
No importa que sea rico o sea pobre, el deseo de sentirse libre sin obligaciones mueve grandes corrientes turísticas.
¿No ha vagabundeado usted alguna vez en su vida? Antes de contestar, póngase el ropaje del ser más sincero del mundo.
Espere por el siguiente motivo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario