No cabe duda de la concienciación creciente que viene produciéndose en la sociedad en materia de ecología en los últimos años. El respeto por el medio natural se ha convertido ya en una de las mayores preocupaciones de un alto número de sectores de actividad, como sucede en el caso del sector turístico, altamente consciente ahora de la importancia de cuidar de los recursos y hábitats tras décadas de desgaste en numerosas zonas del planeta.
Y es que la construcción de hoteles y el resto de infraestructura hostelera creada en torno al beneficio económico sin el seguimiento de normas ecológicas, así como la organización de tours de visitas sin control durante años, han conseguido que se produzca un fuerte impacto sobre la flora, la fauna y el resto de riqueza biológica de numerosos lugares del mundo, un daño que ahora busca paliarse desde el aprendizaje y el turismo ecosostenible. De este modo, y a pesar de las medidas tomadas desde organizaciones y Gobiernos para conseguir un equilibrio entre la acción humana y la naturaleza, ninguna actividad será tan eficaz como las conductas individuales de los propios turistas a la hora de realizar sus viajes.
Precisamente por ello, conviene recordar unos sencillos consejos para viajar:
Buscar información antes de viajar acerca de la cultura y los valores de las poblaciones autóctonas. Es importante recordar que vayamos donde vayamos tener información previa sobre las zonas a visitar nos ayudará a ganar consciencia sobre la importancia de proteger cada lugar.
Consumir productos locales y evitar degenerar el medio con residuos y basuras.
Existen pocas formas de favorecer la sostenibilidad de una zona visitada tan eficaces como comer en restaurantes típicos de la zona y comprar objetos de la artesanía local, hechos además normalmente sin necesidad de fábricas contaminantes. De igual forma, es importante ser cuidadoso procurando no generar demasiada basura y averiguando, a través de páginas de anuncios gratis en internet por ejemplo, como localizar a empresas que se ocupen del reciclado de productos que ya se hayan utilizado.
Optar por transportes no contaminantes. Evitar actividades como las rutas en quad, y optar por alquilar alguna bicicleta o desplazarse en transporte público favorecerá el control de emisiones de gases contaminantes, y por tanto, la protección del lugar que se visite.
Moderar el consumo de agua y energía. Controlar el gasto de los recursos energéticos para proteger el medio natural es tan sencillo como apagar las luces y aparatos eléctricos cuando no se les esté dando uso, y priorizando la ducha sobre el baño.
Para cuidar del gasto de agua es importante también no echar a lavar las toallas cada día mientras nos hospedemos en un hotel, ya que además de no resultar necesario, favoreceremos una mayor contaminación por un vertido excesivo de detergentes y suavizantes con cada lavadora.
Alojarse en apartamentos de alquiler para vacaciones. Priorizar otras opciones para hospedarse al margen de los masificados resorts conseguirá un mayor reparto de los beneficios entre los lugareños, y dará ejemplo de cara a la estructura e integración con el ambiente y la naturaleza de futuras construcciones hosteleras.
Planificar el viaje con proveedores que ofrezcan garantía de respeto por la zona a visitar. Localizar agencias fiables que promuevan un turismo ecosostenible, resultará esencial para convertirnos en turistas respetuosos y consecuentes.
Consumir productos locales y evitar degenerar el medio con residuos y basuras.
Existen pocas formas de favorecer la sostenibilidad de una zona visitada tan eficaces como comer en restaurantes típicos de la zona y comprar objetos de la artesanía local, hechos además normalmente sin necesidad de fábricas contaminantes. De igual forma, es importante ser cuidadoso procurando no generar demasiada basura y averiguando, a través de páginas de anuncios gratis en internet por ejemplo, como localizar a empresas que se ocupen del reciclado de productos que ya se hayan utilizado.
Optar por transportes no contaminantes. Evitar actividades como las rutas en quad, y optar por alquilar alguna bicicleta o desplazarse en transporte público favorecerá el control de emisiones de gases contaminantes, y por tanto, la protección del lugar que se visite.
Moderar el consumo de agua y energía. Controlar el gasto de los recursos energéticos para proteger el medio natural es tan sencillo como apagar las luces y aparatos eléctricos cuando no se les esté dando uso, y priorizando la ducha sobre el baño.
Para cuidar del gasto de agua es importante también no echar a lavar las toallas cada día mientras nos hospedemos en un hotel, ya que además de no resultar necesario, favoreceremos una mayor contaminación por un vertido excesivo de detergentes y suavizantes con cada lavadora.
Alojarse en apartamentos de alquiler para vacaciones. Priorizar otras opciones para hospedarse al margen de los masificados resorts conseguirá un mayor reparto de los beneficios entre los lugareños, y dará ejemplo de cara a la estructura e integración con el ambiente y la naturaleza de futuras construcciones hosteleras.
Planificar el viaje con proveedores que ofrezcan garantía de respeto por la zona a visitar. Localizar agencias fiables que promuevan un turismo ecosostenible, resultará esencial para convertirnos en turistas respetuosos y consecuentes.