Fue entonces cuando el nombre de esta obra llamó mi atención “A orillas del Río piedra me senté y lloré”. De Paulo Coelho.
Lo tomé, verifiqué en la portada para ver a quien pertenecía el libro y no encontré más que una pequeña tarjetilla dedicatoria, mientras hurgaba dentro de sus páginas, que citaba:
“Para la Doctora Rocío, Este pequeño libro, Para que lo conserve como recuerdo. De parte de, Paciente Vidal.”
¿Vidal? – Dije para mis adentros.
Ese apellido hizo resurgir en mi recuerdos....
Recuerdos de aquel joven que sorprendió mis labios por primera vez y que no fue más que eso. De todos modos no viene al caso.
Dejé mis pensamientos de lado, me concentré esta vez en la contraportada.
“En A orillas del río Piedra me senté y lloré, Paulo Coelho explora las inquietudes de los seres humanos de nuestro tiempo y propone un fascinante viaje iniciático que es también un himno al Amor.
La verdad de la relación entre un hombre y una mujer, interrumpida en el pasado y a punto de ser recuperada, se suma a la verdad y a los sentimientos de fe.”
Interesante.... - Pense.
Entonces, convencí a mi novio de que me lo prestara con el compromiso de que se lo devolvería en cuanto terminara de leerlo.
Hoy terminé de leerlo mientras me arreglaba el pelo en el salón.
Realmente me gustó como terminó la historia. Aunque debo admitir que no me hizo llorar.
Foto: Alrededores del Rio Piedra
Foto: Monasterio del Rio Piedra. Zaragoza*
La obra "A Orillas del Río Piedra me senté y lloré" relata la historia de un encuentro amoroso entre Pilar, una joven estudiante, y un seminarista, amigo de la infancia.
Pilar, acostumbrada a vivir en la rutina y en busca de una estabilidad profesional y matrimonial, recibe cierto día una carta, una cita de su más querido amigo, con quien compartió, hace 11 años los momentos más hermosos de su infancia. Él, un hombre entregado a servir a Dios, seminarista, llega para darle un giro total a la vida de Pilar.
Tiene ideas alocadas y nuevas que confunden a Pilar y a la vez despiertan a la verdadera mujer, la mujer fuerte, aventurera y enamorada que se esconde tras esa máscara creada para defenderse de sus miedos e inseguridades.
Juntos parten en un viaje sin rumbo fijo, guiado sólo por el amor, donde ambos aprender a descubrir su destino y a revivir ese amor que el tiempo nunca pudo apagar.
Una novela de amor y desamor, los cuales son fuertemente ligados a la religión, imponiendo ideales fuertes, que aseguran la presencia de la Virgen María, la Diosa, en la Santísima Trinidad, y muestra el rostro femenino de Dios.
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