18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.
20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,
21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
27 ni deis lugar al diablo.
28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Efesios 4, 17-32
Mi testimonio...
Ayer escuchaba a un compañero contarme sobre el mal día que tuvo, maldecía sobre todo lo que le había sucedido... Todo lo que salia de su boca tenia que pronunciar la maldición...
En ese momento tuve que hacerle un alto y le pregunté:
-¿Por qué para contar que tuviste muchos problemas tienes que maldecir tanto?
-¿No te das cuenta que todo lo que dices lo único que hace es ponerte peor?
- Mejor bendice...
-Preferiría escucharte decir:
Ese bendito carro...
Esa bendita universidad, ese bendito tapón etc... etc...
Entonces él entendió lo que quise decirle... Empezó a contarme lo que le había sucedido bendiciendo en lugar de maldecir y de inmediato su actitud cambio...
Entonces le dije: Yo pienso que deberías darle gracias a Dios pues todos los problemas por los que me dices que tuvistes que pasar en el día pudiste superarlos...
Creo que el estar leyendo la palabra de Dios diariamente está cambiando mi forma de pensar... En otros tiempos tal vez habría apoyado todas esas maldiciones, le habría dado la razón a mi compañero y tal vez me hubiese contagiado de todo ese mal humor...
me gusto este; 28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
ResponderEliminarbien lindo... si fuéramos todos d esa forma...
Excelente. Pasate por mi blog un dia de estos y vez que hay de nuevo por alli.
ResponderEliminarA Timoteo: Hermoso mensaje en verdad...
ResponderEliminarA Carmen: Me dare una vuelta por tu blog...