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14 de septiembre de 2008

El folklóre Dominicano: Origen, historia, evolución

Foto: el arqueólogo inglés William Thoms

La palabra folklóre aparece por primera vez en los medios comunicativos del país, el 10 de febrero de 1884, correspondiendo al periódico “El Eco de la Opinión” su inicial labor divulgativa. Treinta y ocho años atrás, el inglés de nombre William Thoms, inventa el vocablo y le asigna el significado de saber tradicional del pueblo.


Foto: Períodico "El eco de la opinión". Fuente Foto


Thoms comporta con la palabra folclóre las antigüedades populares y la literatura popular. Los hechos de las clases bajas o del pueblo se ven reflejados en el folklóre.

La folklorología traduce un fuerte colonialismo intelectual, un proyecto desmovilizador y negador de aquellas expresiones de las clases subalternas que no demuestren identificación con el orden dominante.

Desde el momento en que se establecieron los primeros habitantes de la isla que hoy compartimos con Haití, como resultado de un proceso migratorio desde las otras islas del Caribe, centro América y del eje Orinoco Amazonas, apareció el folklóre como manifestación cultural.


Taínos. Fuente Foto


El avance internacional de las Ciencias Sociales hizo posible la apertura del folklóre en nuestro medio intelectual y científico, dada su aparente inocencia, por el régimen trujillista, con la visión de domesticarlo a fin de que fuera una parte coherente de su ideología cultural.


Por eso, en 1944, llega al país el antropólogo norteamericano Ralph S. Bogg, director del Departamento de Folklóre de la Universidad de Chapel Hill, con el objetivo de dictar un curso de Folklóre en la Universidad de santo Domingo, el cual tuvo una dimensión trascendente en la formación de intelectuales dominicanos, los cuales hicieron importantes aportes al folklóre en nuestro país, muchos de cuyos trabajos están por superarse.

De ellos, sobresalieron por sus aportes: las señoras Edna Garrido de Bogg y Flérida de Nolasco.


Edna Garrido de Boggs es la primera folclorista dominicana. En la foto, con Rafael Emilio Yunén, Director del Centro León. Fuente Foto


De este proceso surgió la Sociedad Folklórica Dominicana, el Departamento de Investigaciones Folklóricas de la Universidad de Santo Domingo y la cátedra de folklóre.

Posteriormente se destacaron algunos investigadores que hicieron sus aportes al folklore como fue el caso de Chan Valverde, Papito Rivera, Emilio Rodríguez Demorizi, Ramón Emilio Jiménez, René Carrasco, Aída Cartagena Portalatín, José Castillo, Cassandra Damirón, Tómas Morel, Manuel Rueda, Fradique Lizardo, entre otros…

Foto: Altagracia Casandra Damirón (Cassandra)

A pesar de eso, la palabra folklóre como expresión del análisis científico mismo, surgió por primera vez en Inglaterra en 1846. la palabra no era de uso común ni siquiera de los intelectuales.

César Nicolás Penson, el ensayista dominicano, comenzó a utilizarla sistemáticamente, hurgando en su contenido, insistiendo en una dimensión nacionalista, donde incluso hablaba de un folklóre quisqueyano. Pero él con algunos más era una excepción.

Y era justamente porque los procesos de la formación socio-política de la sociedad dominicana, por su dimensión colonial, de aislamiento y alineación, habrían sido un obstáculo para el desarrollo de las ciencias sociales de nuestro medio.

Esto se agravó durante la primera intervención norteamericana (1916-1924) por el contenido de identidad del folklóre, redefiniéndose en término de dominación durante el período trujillista, como una racionalización del poder. Control y apropiación fueron las prácticas de legitimación desde entonces.

Una excelente excepción, durante la intervención norteamericana fue la recolección folklórica que realizó en la década del 20 el investigador José Manuel Andrade, por encomienda de la Sociedad Folklórica de New York, las cuales fueron publicadas allá, luego por la Universidad de Santo Domingo, (hoy UASD) y recientemente por la Sociedad Dominicana de Bibliófilos.

Grupos como el Ballet Folklórico Dominicano, el Ballet Nacional, el Ballet Folklórico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y el Grupo Convite tuvieron su origen aquí.

En cuanto a contenido, se desarrolló una corriente empírica, espontánea, bien intencionada, de buena fé, dentro del folklóre, como fue el caso de Cassandra Damirón, René Carrasco y el propio Papito Rivera, un grupo romántico, recopilador, como es el caso de Ramón Emilio Jiménez, para solo poner un ejemplo, y un grupo con mayor formación científica-académica en la que se destacan doña Flérida, Doña Edna y Fradique Lizardo.
Hasta aquí, el breve resúmen de la história del folklóre dominicano, espero que les resulte interesante tanto como a mí...

2 comentarios:

  1. Hola! Espero que estes bien. La verdad es que estoy encantado con este país...

    jojojo cuando puedas pasa por mi blog y veas como va mi estadía en Santo Domingo.

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  2. LindO no.???

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