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6 de febrero de 2008

Hostelería y Turismo: Historia del Turismo


En el pasado post y continuando con la historia de los viajes, hablamos sobre el Templo de Zeus que por mil años permaneció como la 5ta maravilla del mundo Antiguo... Hoy hablaremos de la 6ta Maravilla.


VI


EL TEMPLO DE ARTEMISA


Ubicado en Efeso, hoy ciudad de Ayasoluk


Crespo, rey de Lidia desde el año 560 al 546 antes de la Era Cristiana, ordenó su edificación hacia el año 550 y lo dedicó a la diosa Artemisa.


Fue una magnifica obra de arte y de creación universal en la ciudad griega de Efeso.

Era un templo de 240 por 463 pies, con 127 pilares, de los cuales 36 estaban decorados con bajos relieves.

De estilo jónico, fue famoso no sólo por sus grandes dimensiones, sino también por las magnificas obras de arte que la adornaban. Tenía 160 columnas de mármol, de 18 metros de lato. Toda la edificación era de mármol, excepto el techo, que estaba cubierto de láminas de madera.

En el año 356 antes de la Era Cristiana fue incendiado por un fanático religioso llamado Eróstrato, quien pretendía alcanzar fama inmortal.

Veinte años después del suceso Alejandro Magno pasó por Efeso.
Al ver las ruinas del templo se interesó por él. Al saber que la destrucción del templo ocurrió el mismo día en que él nació (21 de julio del año 356 a.c.) vio en ello una señal y se dispuso a colaborar, aunque los efesios declinaron su oferta.
Designó para el proyecto a Dinócrates, quien realizó mediciones para la fundación de Alejandría en Egipto.
Sin embargo, el templo fue restaurado tras la muerte de Alejandro, acaecida en el año 323 a.c. Pero, una vez más, el templo sería arrasado. Esta vez serían los Godos en tiempos del emperador Galieno, en el año 262. Para esos tiempos la mayoría de los efesios se convirtieron al cristianismos y el templo perdió su interés religioso. Los restos del templo fueron derribados y los materiales fueron reutilizados para otras construcciones.

Durante los años 1863 y 1864 J. T. Word (ingeniero inglés) hizo excavaciones en Efeso por cuenta del Museo Británico. Su meta era encontrar el Templo de Artemisa. Después de varios años de búsqueda y de haber removido más de 100.000 metros cúbicos de tierra logró su cometido, aunque sólo descubrió las piedras de los cimientos del edificio sepultadas bajo 7 metros de escombro y tierra.

1 comentario:

  1. Eso tiene que haber sido precioso!
    Lo que me quilla es que en las guerras se pierden tesoros invaluables... qué pena!
    (mira Irak con todos sus museos... qué poco ejemplo para la humanidad!)

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